martes, 16 de abril de 2013

El superpoder de olvidar...¿o el de recordar¿

¿Te gustaría borrar por arte de magia todas las experiencias que te han generado dolor en la vida? Una respuesta apenas totalitaria dice que sí en cuestión de segundos. Y es que, ¿a quién no le gustaría poder vivir feliz toda su vida? Sin dolor, sin rencor, sin envidia, sin preocupaciones, sin arrepentimientos... Levantarnos de la noche a la mañana, y ver lo perfecto que es nuestro día. 

Olvidar todo lo negativo, para no tener que guardarlo en nuestro cajoncito de recuerdos. 

Hace poco, pude leer una frase que decía, que la vida era muy sabia, ya que si no aprendías la lección, volvería a repetírtela para que te acordases de como debes actuar en consecuencia a esa situación. Cuando las personas vivimos o reaccionamos de una forma equivocada ante un problema, aprendemos, o en teoría nos condicionamos a esa experiencia negativa. Sin embargo, los sentimientos, influidos por los recuerdos que seleccionamos inconscientemente nos hacen partícipes de poder volver a cometer los mismos errores, e incluso a pasar por la misma situación de nuevo. Tropezar de nuevo con la misma piedra, y generar un nuevo sufrimiento con componentes anteriores, aunque un poco más llevaderos gracias al principio activo del recuerdo. 

En función de la interpretación de esos recuerdos, y el equilibrio de las emociones con el regreso de la situación, cada uno de nosotros reacciona o bien deseando revivir aquella experiencia, con la esperanza de que cambie, o bien decide seguir su camino, considerando opciones probables en su futuro. 


El recuerdo nos sirve para aprender, para reestructurar nuestra visión de la realidad que nos rodea, y los componentes que la forman. Y de nuestra mano está sumergirnos en ese ciclo, o por el contrario generar un desarrollo lineal en nuestra vida. 


Por tanto, el recuerdo y la memoria, suponen un mecanismo de defensa para el ser humano, un superpoder único de cada uno de nosotros, para poder combatir ese daño, y protegernos de lo que anteriormente nos ha perjudicado. 

Nos pararemos a pensar y diremos, que el recuerdo no es tan bueno como pone aquí, pero, solo tenemos que considerar si es beneficioso o no, observando a aquellas personas que poco a poco van perdiendo sus recuerdos. No tener una historia, no tener nuestra vida guardada, y no haber aprendido de aquello que nos ha generado malestar. Sumirse en un ciclo infinito de acciones, buenas y malas de las que no obtendremos beneficio ni enseñanza alguna, porque volveremos a repetirlas una y otra vez. Eso es el "poder" de olvidar. 

Por eso, si alguien te pide que olvides, no lo hagas jamás, porque es tu motivo para saber si lo que realizas está bien o mal, y si te ha ocasionado algún daño del que debes aprender. No aceptes esa propuesta, porque sino abandonarás tu superpoder de recordar, y los superhéroes nunca se rinden. 

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